DREAM (2008) ***/5

- marzo 23, 2016

De cuando el inconsciente asoma en sueños y los sueños son la realidad del otro

Título: Dream
비몽 / Bi-Mong
Año: 2008
Duración: 95 min
País: Corea del Sur
Director: Kim Ki-Duk

2008: Festival de San Sebastián. Nominada a la Concha de Oro

Temática: drama, fantasía, romance, misterio

Una noche, Jin (Odagiri Joe) despierta de un sueño muy real en el que atropella a una persona y se da a la fuga, intrigado va al lugar donde ocurrió y comprueba con sus propios ojos que ha ocurrido sólo que él estaba durmiendo, pronto descubre que quién realizó el suceso es una mujer, Ran (Lee na Young), estando sonámbula. Ambos descubren un misterioso vínculo entre ellos donde lo que sueña él, ella lo lleva a cabo.

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Realmente ha sido original aunque me esperaba algo más rocambolesco con esos momentos de "¡qué carajo es lo que estoy viendo!", algo tan característico de las películas de Kim Ki-Duk.

Por un lado ha sido una historia bastante pretenciosa y obvia, cosa que precisamente las películas de este señor no tiene ni de lejos, es uno de los motivos por el cual me gustan, no sabes por dónde te va a salir dejándote en vilo todo el rato en un estado casi contemplativo, como cuando miras una obra de arte que te intriga y a medida que las vas observando vas sacando más y más detalles, más y más significados, pues igual. En este caso más o menos imaginaba el desarrollo y final, cosa que odio, al menos para mí que voy huyendo del cine comercial como los gatos del agua. Aún así la estética, ambiente, incluso los diálogos en coreano y japonés a la par ha sido muy propio, esto último a ratos desconcierta un poco y sirve como punto de atención para escapar un poco de la trama y luego regresar a ella. Este recurso es muy usado por Kim Ki-Duk para dar algún que otro golpe de gracia, quién dice un diálogo en dos idiomas, dice un suceso que no tenga nada que ver con la historia, una imagen o la misma música. En este sentido sí que me ha gustado, es lo que busco en estas películas.

Por otra parte, la idea del blanco y negro, el gin y el yang, lo que sueña uno lo realiza el otro, la obsesión de él reflejada en sus sueños y que ella luego lo reproduzca en la vida real, esa relación de dependencia inevitable de los personajes ha sido la poesía de esta película. Curioso el uso del sueño para plantear este vínculo, una necesidad básica del ser humano de la cual no podemos ignorar, muriendo antes de no dormir que de no comer, es del todo incontrolable y así se ha transmitido. Aún así hasta las escenas donde se representa ha quedado demasiado explícito, literalmente como quién señala y enseña algo. Eso ha hecho que esta peli pierda algo de la magia.

En conclusión, no es la mejor película de Kim Ki-Duk pero a resultas tampoco puedo decir que no me haya gustado.