TIME (2006) *****/5

- febrero 21, 2016

Amarte. Destruirme. Destruirte.

Seh Hee y Ji Woo son una pareja que llevan años juntos y la relación ha caído en la rutina. Seh Hee enloquece de celos cada vez que Ji Woo habla o interactúa con otras mujeres y él no comprende su actitud. Una noche, cuando van a tener sexo, Ji Woo no parece estar muy motivado, así que ella le sugiere que piense en otra mujer mientras lo hace con ella. Seh Hee se somete a una operación de cirugía estética para cambiar su cara por completo, piensa que de este modo, su novio volverá a tener interés por ella.

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Desde luego esta película es fantástica. Desde la historia hasta el desarrollo, la música e interpretación de los protagonistas, en este caso, sublime la actriz.

Es la primera película que vi de Kim Ki Duk y mi pistoletazo de salida al cine asiático en general. No deja indiferente. Como siempre con un escaso elenco de actores, dramatismo cien por cien recargado, ambiente apesadumbrado pero misteriosamente envolvente y ameno. Trata un tema muy personal: la identidad de una persona. Cuáles son los límites para amar, dónde comienza la obsesión, la pérdida de uno mismo. Dejarse llevar por la inseguridad, la desconfianza y los celos hasta el punto de abandonarse a las emociones y a los pensamientos envenenados que contaminan la razón.

El título de la película creo que hace referencia al ciclo de la pareja, cuando se pasa del enamoramiento a la rutina, a conocerlo todo el uno del otro, se muere la curiosidad y la novedad, se comienza a mostrar interés por otras personas, se cae la venda y golpea la realidad. El tiempo que todo lo deja atrás y da paso a la estabilidad y la seguridad de tener a esa persona que quieres al lado, o como en este caso, abre la puerta al miedo a perder, la dependencia se hace patente y comienzan a tambalear los cimientos del yo. Seh Hee entró en pánico al pensar que su novio mostraba interés por otras mujeres, preocupada por perderlo, se anuló a sí misma regalándole una fantasía donde ella no era la protagonista. Desde ahí se desencadenó toda una cadena de sucesos donde ella estaba cada vez más y más perdida, más y más equivocada. Pensaba que cambiando de cara a través de la cirugía estética, lograría atrapar el interés de su novio de nuevo, pero ¿Quién era ella ahora? Tanto si lo conseguía como sino, el sentimiento era el mismo, tanto si se enamoraba de la nueva Se Hee como si aún recordaba a la anterior, ella se iba a sentir mal por ambas porque la una le robaba el amor de él a la otra. Por otra parte, desde el punto de vista de Ji Woo, vivió una auténtica pesadilla, atrapado en las paranoias y la manipulación de ella. Sin duda una historia retorcida, al mismo tiempo con un tema muy simple y muy notable.

Ver esta película es asistir al suicidio de la identidad de una mujer que no supera una etapa en su relación, que vende su alma a una fantasía y al tiempo.